Bienvenidos a MXTOP. En esta ocasión presentamos nuestro TOP 10 presidentes de México, para esta lista elegimos a los gobernadores constitucionales de nuestro país que han destacado entre los demás por sus logros, su personalidad como gobernantes o su legado histórico. No discriminaremos entre buenos, malos, izquierdas o derechas, para estar en esta lista el único requisito es haber sido importantes. Vamos allá:
Mención honorífica:
AGUSTÍN DE ITURBIDE
El consumador de la independencia de México nunca ostentó el cargo de “presidente”, como sí el de Regente, Presidente de la Junta de Gobierno y más tarde, Emperador de México. Iturbide era un destacado militar del ejército novohispano durante la guerra de independencia, pero tras pasarse al bando insurgente, comandó las victorias decisivas del ejército rebelde y negoció la independencia con el último virrey.
Las dificultades para formar gobierno una vez terminada la lucha provocaron que Iturbide, como general máximo del ejército, fuera proclamado emperador por el pueblo y los militares, el congreso ratificó dicha proclamación el 19 de mayo de 1822.
Su reinado fue sumamente breve, puesto que fue depuesto por el bando republicano un año después de su proclamación. Aunque hoy en día es señalado por la historia oficial como un tirano y un déspota, la administración de Iturbide no tuvo oportunidad de llevar a cabo prácticamente ninguna política económica o social, puesto que se trataba de un país ingobernable, que tardaría más de cincuenta años en ser pacificado.
10.
VICENTE FOX (2000-2006)
El 62º presidente de México fue protagonista de un sexenio sin muchas luces ni muchas sombras; sus logros políticos más destacables fueron la creación de la Agencia Federal de Investigación, elaborada siguiendo el modelo estadounidense, y la ambiciosa reforma migratoria que buscaría asegurar el bienestar de los mexicanos en su vecino del norte y la reducción de la deuda pública del estado mexicano.
Sin embargo, numerosos desatinos diplomáticos provocaron el alejamiento entre México y América Latina y la percepción generalizada de su torpeza como administrador. Gracias a su personalidad explosiva y su gestión de la ilusión de los votantes, logró lo que ningún otro político había logrado hasta entonces, expulsar al PRI de la presidencia de México después de 71 años consecutivos en el poder. El estilo personal de gobernar de Vicente Fox se alejó notoriamente del presidencialismo priísta, acercando la figura del presidente al pueblo y cambiando la relación entre el mandatario y los mexicanos para siempre.
9.
GUADALUPE VICTORIA (1824-1829)
Originario de Durango; Guadalupe Victoria fue uno de los generales más importantes y exitosos de la guerra de independencia mexicana. Tras la consumación de la lucha por parte de Iturbide, Guadalupe Victoria hizo visible su intención de gobernar el nuevo país por el bando Republicano, lo que le llevó al a confrontación con el nuevo emperador de México. Formó parte activa en la rebelión que derrocó a Itubide, y fue elegido por el congreso como primer presidente de México el 1 de Octubre de 1824.
Durante su presidencia, tuvo el gran reto de elaborar un plan para recuperar la economía devastada de un país en guerra, lograr el reconocimiento internacional de México y abolir la esclavitud en todo el territorio nacional. Sus políticas pacíficas y conciliadoras garantizaron una relativa estabilidad social en México y el principio de la recuperación económica. Fue el único presidente en completar su período en la primera mitad del siglo XIX, lo cual hace patente su capacidad administradora en un país frágil y en constante tensión.
8.
FRANCISCO I. MADERO (1911-1913)
Nacido en 1873, Francisco Ignacio Madero era uno de los empresarios más importantes del norte de México, miembro de una rica y respetable familia. En 1904 incursionó en la política hasta convertirse en una popular figura del país gracias a sus polémicos escritos contra Porfirio Díaz y a favor de la sucesión presidencial. Tras la rebelión popular que derrocó a Díaz, Madero fue elegido presidente para el período 1911-1915.
Francisco I. Madero tuvo una presidencia breve y desastrosa: su falta de capacidad y experiencia política provocó que no pudiera gestionar los distintos movimientos revolucionarios, por lo que los caudillos que lo habían apoyado se volvieron en su contra. Por otro lado, Madero permitió que los gobernadores y oficiales porfiristas se mantuvieran en el poder, lo que finalmente llevó a su caída sin prácticamente ningún apoyo. Pese a su brevedad en el poder, Madero ha sido elevado a los altares de la historia oficial como el “apóstol de la democracia”, convirtiéndose con los años en una de las figuras más importantes del siglo XX mexicano.
7.
CARLOS SALINAS DE GORTARI (1988-1994)
Carlos Salinas ha sido el último de los “grandes” presidentes nacionales. Con su llegada al poder se consumó la transición de nuestro país al neoliberalismo económico y el establecimiento del grupo de los “técnicos” en la administración política mexicana. México vio una gran transformación económica que lo adentró a la globalización y al siglo XXI, palpable en la privatización de los más importantes servicios públicos y la banca o la polémica reforma agraria, que buscó cambiar el sistema existente durante casi medio siglo.
Salinas ha sido uno de los presidentes más polémicos de los últimos tiempos; llegó al poder tras numerosas acusaciones de fraude, provocó una gran ruptura en el partido de gobierno y su gobierno estuvo marcado por violencia política y corrupción. Además, Salinas generó un gran culto a su imagen a través de proyectos como “Solidaridad” un engañoso programa social en el que el gobierno exigía mano de obra gratuita por parte de los ciudadanos. Pese al asesinato de quien eligió como su sucesor, Luis Donaldo Colosio, Salinas ha prolongado su presencia en el gobierno a través de distintos agentes, hasta nuestros días.
6.
VENUSTIANO CARRANZA (1915-1920)
Cuando Francisco I. Madero fue traicionado y asesinado por el ex porfirista Victoriano Huerta, los revolucionarios se rebelaron nuevamente para restaurar el orden. Venustiano Carranza, entonces gobernador de Coahuila, se unió a este movimiento, ya que deseaba aprovecha el vacío de poder y hacerse con la presidencia. Carranza convocó a los generales revolucionarios en una convención que debía nombrarlo presidente, pero éstos eligieron al civil Eulalio Gutierrez, pues buscaban terminar el conflicto de una vez por todas.
Carranza se rebeló contra la convención y se autonombró presidente, comandando una enorme fuerza desde el norte, apoyado por Estados Unidos. En 1915, sus fuerzas tomaron la capital y Carranza fue proclamado presidente. Su primer objetivo fue reunir a un congreso para redactar una nueva constitución, que fue promulgada el 5 de febrero de 1917. Su presidencia fue marcada por el constante intento de terminar la guerra y dar legalidad al nuevo régimen, reestructurando al gobierno y al ejército, tales logros y la constitución que ahora nos rige lo colocan en el sexto lugar de nuestra lista.
5.
LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO (1934-1940)
Originario de Michoacán, Lázaro Cárdenas tuvo una breve carrera política antes de ser nombrado dirigente del gobernante Partido Nacional Revolucionario (PRM), Cárdenas era el vehículo ideado por Plutarco Elías Calles para mantener el poder, y fue elegido presidente en 1934. Inesperadamente, Lázaro Cárdenas se enfrentó a Calles y lo obligó a exiliarse, con el objetivo de dar autonomía al gobierno y llevar a cabo reformas modernas contrarias a la ideología del líder revolucionario, como la creación de confederaciones federales autónomas de campesinos y obreros, que lucharían por los derechos de ambos colectivos de forma independiente al gobierno.
El sexenio de Cárdenas se recuerda como uno de los más importantes del siglo XX por la nacionalización de los ferrocarriles, la expropiación petrolera, la acogida de miles de refugiados españoles y el gran reparto agrario, que cambió el sistema de la propiedad existente desde hace más de 200 años. Hoy en día se considera como el verdadero pacificador de México y el modernizador de las instituciones, el ejército y la economía nacional.
4.
ANTONIO LÓPEZ DE SANTA ANA (1833-1855)
Santa Ana es considerado uno de los mayores villanos de nuestra historia por distintas razones, como su excéntrica personalidad o un alto grado de irresponsabilidad al gobernar, además, la pérdida de los territorios del norte a manos de Estados Unidos le ha ganado el despreciable sobrenombre de “vendepatrias”.
Sin embargo, cada paso de la caótica trayectoria de Santa Ana es entendible si se sitúa en un siglo XIX en el que México estaba en un caos político constante y absoluto, lo que lo llevaría de una u otra forma a perder frente a su vecino del norte.
Santa Ana fue uno de los militares más brillantes de su época, lo que le valió el apoyo y la simpatía de prácticamente todos los políticos de los distintos partidos contrincantes en México, por lo era el único personaje capaz de mantener el orden entre los bandos liberal y conservador, y su presencia en la presidencia fue a menudo socorrida y financiada por ambos. Fue presidente de México en once ocasiones durante un periodo de 25 años y aunque no se pueden destacar grandes logros durante su mandato, es una de las figuras inolvidables de nuestra historia.
3.
PLUTARCO ELÍAS CALLES (1924-1928)
Plutarco Elías Campuzano era un simple profesor y comerciante en su natal Sonora cuando estalló la “revolución mexicana”. Convencido demócrata, Calles se unió a los distintos movimientos revolucionarios contra Victoriano Huerta y escaló rápidamente en la estructura del ejército de Venustiano Carranza, hasta ser nombrado gobernador de Sonora. En 1920, Calles se unió a Álvaro Obregón contra Carranza y tras derrotarlo, ocupó el cargo de secretario de gobierno bajo el mandato de Obregón.
Fue elegido presidente en 1924 y durante su gobierno buscó convertir el violento movimiento revolucionario en uno político, fundando el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) como un partido único de gobierno, reorganizando el ejército e instituciones civiles como la hacienda nacional y el banco de México. El fin de su periodo fue marcado por la inesperada muerte de Álvaro Obregón, por lo que Calles se convirtió en el último caudillo revolucionario vivo. Durante los años siguientes a su gobierno, logró lo que nadie había logrado en cien años de México independiente: crear un gobierno civil e institucional autónomo e independiente del ejército y el caudillismo. Su ansia de poder lo llevó a querer manejar como títeres a sus sucesores, en el período que hoy conocemos como “Maximato”, hasta la llegada de Lázaro Cárdenas.
2.
PORFIRIO DÍAZ (1876-1910)
Uno de los militares más talentosos de nuestra historia, el liberal Porfirio Díaz Mori formó parte de numerosos movimientos revolucionarios contra los conservadores. Su prestigio se reforzó con triunfos como el logrado en la Batalla de Puebla de 1867, en el que expulsó al ejército francés de la ciudad. Díaz llegó a la presidencia en 1877, después de haberse rebelado contra la reelección de Benito Juárez (1871) y más tarde contra Sebastián Lerdo de Tejada (1876).
Porfirio Díaz se mantuvo en el poder durante 34 años, directamente o a través de sus delegados, y durante su período buscó establecer en México un régimen de orden, paz y progreso. Creó un extenso sistema de comunicación ferroviaria que permitía la distribución de recursos y mano de obra, impulsó el comercio internacional y el intercambio cultural con Europa y Estados Unidos, y favoreció la creación de una industria nacional. Aunque la larga presidencia de Díaz trajo modernidad a un país estancado desde la independencia, la desigualdad y la represión fueron síntomas de un sistema dictatorial que terminaría por explotar en la llamada “revolución mexicana”.
1.
BENITO JUÁREZ GARCÍA (1858-1872)
El único presidente de origen indígena que ha tenido nuestro país, Juárez fue el principal responsable de la consolidación de México como una república independiente y liberal, y tuvo que dirigir al país en una de sus peores rupturas sociales y políticas. La brillante trayectoria de Juárez como regidor, diputado, juez y gobernador de Oaxaca es evidencia de su liderazgo y capacidad política que serían fundamentales durante los tres períodos que ocupó la presidencia de nuestro país.
Juárez llevó a cabo algunas de las reformas más importantes de la historia de México, como la separación de la iglesia y el estado o la creación del primer Ministerio de Educación o la creación de un extenso sistema de comunicación y pese a la fragilidad de su gobierno, pudo resistir y rechazar la invasión francesa que pretendía instaurar un imperio súbdito de Francia. La presidencia de Juárez fue el punto de partida de un México moderno y liberal, suele reconocerse como uno de los personajes más importantes de nuestra historia, por su nacionalismo y liderazgo.
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